Todos sabemos que el verano incita a momentos de desconexión, a llevar una vida con más momentos sociales y de celebración y en consecuencia, dejar algo apartada nuestra rutina de entrenamiento y en algunos casos también descuidar nuestra alimentación.
Todo esto es parte de nuestra salud integral, necesitamos esos pequeños descansos y toma de distancia y perspectiva para no caer en la desmotivación o generar cierta animadversión frente a la rutina.
Como en la mayoría de aspectos, deberíamos movernos en una escala de grises y no llegar a abandonar completamente nuestro entrenamiento, pero siendo realistas, las circunstancias y el contexto en ocasiones no nos permiten mantenerlo.
Es por esto que hoy te traigo una serie de recomendaciones para que, de manera progresiva, vuelvas al entrenamiento.
Me gustaría insistir en que, si vienes de estar unas semanas más sedentario, dejes en casa las expectativas y la mentalidad de volver donde lo dejaste, ya que esto te puede provocar frustración e incluso llevar a hacerte daño o lesionarte.
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