El Instituto Australiano del Deporte (AIS), reconocido internacionalmente como una de las instituciones más destacadas en la nutrición deportiva, desarrolló hace varios años el Sistema de Clasificación ABCD. Este sistema organiza los suplementos nutricionales en función de la solidez de la evidencia científica que respalda su eficacia, así como de otras consideraciones clave como la seguridad y la legalidad. De este modo, los deportistas pueden tomar decisiones informadas sobre qué suplementos incorporar en sus estrategias de entrenamiento y competición.
El sistema clasifica los suplementos en cuatro grupos principales: A, B, C y D, ordenados de mayor a menor evidencia científica y respaldo práctico. Esta clasificación no solo responde a la eficacia, sino también a criterios de seguridad, legalidad y aplicabilidad en escenarios deportivos específicos.
Este grupo incluye suplementos con fuerte evidencia científica, cuyo uso está permitido dentro de programas de suplementación supervisados. Los productos del Grupo A se dividen en tres categorías:
Alimentos para deportistas
Productos especializados utilizados para proporcionar una fuente conveniente de nutrientes cuando no resulta práctico consumir alimentos del día a día:
Suplementos médicos
Suplementos diseñados para tratar o prevenir deficiencias nutricionales específicas bajo la supervisión de un profesional:
Suplementos de rendimiento
Orientados a mejorar directamente el rendimiento deportivo en protocolos personalizados:
Este grupo incluye suplementos que muestran evidencia científica emergente y requieren más investigación. Son considerados caso por caso y bajo estricta supervisión:
Polifenoles alimentarios
Componentes antioxidantes presentes en alimentos como frutas que pueden tener bioactividad, propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Antioxidantes
Compuestos encontrados en alimentos y que protegen contra el daño oxidativo causado por los radicales libres, como la vitamina C.
Tastants
Compuestos derivados de alimentos que interactúan con los receptores en la boca/intestino para activiar el sistema nervioso central, como el jugo de pepinillos, mentol o quinina.
Otros
Compuestos que pueden tener beneficios para la función, integridad y metabolismo del organismo:
Presentan una evidencia científica limitada o aún insuficiente para confirmar su efectividad en contextos deportivos. Sin embargo, esto no significa que sean inadecuados en todos los casos; algunos podrían ofrecer beneficios específicos dependiendo de las necesidades individuales o situaciones concretas. Se recomienda evaluar cuidadosamente su uso bajo la orientación de un profesional especializado.
Las sustancias del grupo D están asociados con un alto riesgo de contaminación con sustancias prohibidas o son directamente ilegales en el ámbito deportivo. Su uso puede dar lugar a controles de dopaje positivos, por lo que no son recomendados para deportistas. Además, algunos de estos productos contienen ingredientes que violan las regulaciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), la cual actualiza su lista de sustancias y prácticas prohibidas anualmente.
Entre los productos de este grupo se encuentran estimulantes como la efedrina y la metilhexanamina (DMAA), prohormonas y potenciadores hormonales, liberadores de hormona de crecimiento, moduladores metabólicos y otros compuestos como el calostro. Aunque algunos, como la raíz de maca o el Tribulus terrestris, no están explícitamente prohibidos, su frecuente contaminación con sustancias ilegales los convierte en opciones de alto riesgo, desaconsejadas en cualquier contexto deportivo.
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